martes, 7 de julio de 2015

Orígenes e historia del revestimiento

Anteriormente, se dieron dos tipos de revestimientos: los continuos basados en yeso o la cal que se aplicaban sobre parámetros de paredes y techo, y de pequeños elementos, baldosas o piezas de madera con los que se revestían los suelos. En la actualidad la gama es mucho más amplia y hay que añadir una larga serie de semiproductos y componentes.



A partir de principios del siglo XIX, el concepto de revestir para ennoblecer y proteger la construcción no puede ya prescindir de la nueva instancia de la verdad de las estructuras y de los materiales. La idea de revestimiento oscila entre los extremos de enmascarar y revelar la construcció.

Algunas corrientes históricas sitúan el origen del revestimiento, como tal, en la Inglaterra del Siglo XVI, donde empezó a aplicarse en algunos hogares, sobre todo en las secciones interiores inferiores de las paredes de piedra, para así, contrarrestar efectos externos como el frío y la humedad. A lo largo del siglo XVIII y XIX, el revestimiento ya pasa a formar parte de un entorno informal.

El revestimiento tradicional era de madera y consistía en lámias de resorte y ranuras ancladas verticalmente en la pared con una altura que oscilaba entre los 100 y los 150 cm. Durante la década de 1900 empezó a crearse la tendencia de aumentar esta altitud de los revestimientos, sobre todo
en los comedores. El material preferido utilizado como revestimiento era la tela, incluyendo yute, ramio y lino.

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