El primero paso que hay que realizar para crear cemento alisado
es hacer una mezcla correcta de los ingredientes. Para eso, hay que
unir arena tamizada y el cemento, en una relación de 1:3. Después, vamos
a añadir el agua al óxido de hierro.
Lo más recomendable es usar 10 litros de agua por cada kilo de óxido
de hierro. Un consejo: para lograr un resultado mejor, hay que realizar
dicha mezcla el día antes a aplicarlo.
Después, vamos a comprobar que la superficie en la que vamos a
aplicar el cemento está preparada, o sea, no está sucia, no tiene
aceites ni ceras. Si está sucia, tendremos que limpiarla. El siguiente
paso es aplicar una mano de mordiente, que podemos comprar en cualquier
tienda donde se vendan pinturas.
Tras esto, vamos a echar el cemento alisado y, cuando esté seco,
vamos a alisar el cemento. Así, cuando estemos pasando la llana por la
superficie, nos daremos cuenta que el cemento va ganando brillo. De
todas maneras, vamos a tener que aplicar un cerador (que lo podremos
comprar en la misma tienda que el mordiente). Y, por último, debemos
darle cera al cemento.
Para terminar, lo único que hay que hacer es esperar a que se seque todo y, así, que esté apto para poder usarlo.
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